Si quieres ser voluntario en un refugio de animales, entonces has llegado al artículo correcto. Algunos de los miembros de Asegurados Solidarios hemos colaborado y colaboramos en estos proyectos, y hoy te explicamos todo lo que debes saber antes de empezar una aventura como esta.
¿Qué es ser «voluntario» exactamente?
Ser voluntario en un refugio de animales significa comprometerse de forma desinteresada para mejorar la vida de los animales que han sufrido abandono o maltrato.
Cuidado, porque se trata de ser constante y responsable, es un trabajo real, no es para ir a pasar la tarde. Los refugios necesitan personas que entiendan que, aunque no haya remuneración económica, el cariño y la satisfacción de ayudar a seres que realmente lo necesitan es un pago inigualable.
Un voluntario suele participar en tareas que van desde alimentar y limpiar a los animales, hasta pasearlos, jugar con ellos y asegurar que estén lo más cómodos posible. A veces también implica trabajos menos visibles, como lavar mantas o limpiar jaulas, pero que es igual de importante para el bienestar de los animales.
Ser voluntario significa dar tiempo y energía para mejorar la vida de los animales, algo que siempre te devuelve mucho más de lo que das.
¿Qué se necesita para trabajar en un refugio de animales?
Trabajar en un refugio implica tener algo más que amor por los animales. Las protectoras buscan personas comprometidas y responsables, dispuestas a dar continuidad al trabajo que hacen. Estos son algunos de los criterios que suelen tener en cuenta, aunque cada refugio puede tener sus propios matices:
- Compromiso y continuidad: Muchos refugios buscan que los voluntarios tengan una permanencia mínima. Por ejemplo, algunos piden al menos un año de colaboración y un par de horas semanales.
- Capacidades y experiencia previa: Si ya has tenido animales o sabes cómo tratarlos, es un punto a tu favor. Las protectoras valoran que los voluntarios tengan cierta soltura y conocimientos básicos sobre cómo tratar y cuidar a perros y gatos.
- Pruebas y entrevistas: No es raro que algunas protectoras hagan entrevistas o pruebas para asegurarse de que el voluntario encaja con la filosofía del refugio.
- Empatía y fortaleza: El voluntariado no es solo alguien capaz de acariciar perros o gatos, también es alguien resistente emocionalmente para presenciar casos duros de abandono y maltrato. Se necesita fortaleza emocional para enfrentarse a estas situaciones.
Por supuesto, no todas las protectoras tienen los mismos criterios. Algunas buscan que los voluntarios tengan experiencia previa con mascotas o que hayan tenido animales en casa, mientras que otras priorizan las ganas de ayudar y aprender.
¿Cómo ser voluntario en un refugio de animales?
Si te has decidido y quieres empezar a colaborar en un refugio, estos son los pasos que deberías seguir:
- Investiga y elige un refugio: Busca en tu zona y encuentra la protectora con la que más te identifiques. Puedes consultar en sus webs o redes sociales si tienen un formulario de inscripción o contacto.
- Reúne la documentación y cumple los requisitos: Normalmente, ser mayor de edad es indispensable, así como demostrar responsabilidad y compromiso.
- Completa un formulario o supera una entrevista: Muchas protectoras te pedirán que rellenes un formulario con tus datos e intereses o incluso te llamarán para una breve entrevista. Esto es para conocerte mejor y asignarte un rol que se ajuste a tus habilidades y disponibilidad.
- Asiste al cursillo inicial: Algunos refugios dan una pequeña formación para que sepas cómo funcionan sus protocolos y cómo interactuar con los animales de forma segura.
Todo esto te lo explicamos con mucho más detalle en nuestro artículo sobre cómo hacer un voluntariado con perros.
¿Qué puedo hacer para ayudar a un refugio de animales?
El voluntariado es una de las formas más conocidas de ayudar, pero no es la única. Si quieres colaborar, pero no puedes comprometerte de forma regular, considera estas alternativas:
- Donaciones: Cualquier cantidad de dinero es bienvenida. Ayuda a mantener las instalaciones, comprar alimentos y pagar servicios veterinarios.
- Donar productos: Puedes donar comida, juguetes, mantas o productos de higiene para los animales.
- Apadrinar un animal: Si no puedes tener una mascota en casa, apadrinar es una opción. Contribuyes a los gastos del animal y puedes visitarlo y cuidarlo ocasionalmente.
- Difusión en redes sociales: Compartir publicaciones de adopciones y eventos de los refugios ayuda a que más gente conozca su trabajo y a encontrar adoptantes para los animales.
- Ofrecer hogar de acogida: Si puedes, cuidar de un animal temporalmente libera espacio en el refugio y mejora su calidad de vida mientras encuentra un hogar definitivo.
Otro aporte que también puedes hacer durante tu voluntariado es hacerles sugerencias y recomendaciones a tu refugio de confianza, como el de contratar un buen seguro de responsabilidad civil para protectoras. De hecho, nosotros en Asegurados Solidarios ofrecemos este tipo de seguros, diseñados especialmente para asociaciones sin ánimo de lucro y ONG que desean estar protegidas durante su actividad.
Además, también tenemos seguros para voluntarios, algo que no es fácil de encontrar hoy en día.
Si tienes claro que quieres ser voluntario en un refugio de animales, y quieres ir en serio de verdad, nosotros te recomendamos contratar un buen seguro. Contáctanos para saber más, y háblalo con tu refugio. ¡Esperamos que tengas mucho éxito con tu voluntariado!